vemos a Lorenzo Castillo en su mesa de trabajo. El arte y la decoración son para él dos pasiones. Su seña de indentidad, un instinto certero y audaz para la mezcla: así consigue fabulosos resultados.
El patio
Situado a la entrada, en la planta baja, es un lugar fresco y acogedor con una gran cantidad de plantas, cuya elección respeta también los criterios decorativos de la época del edificio. Una fuente de pared, el tono de las telas, el mármol del suelo y la luz trasmiten la paz deseada en un rincón de descanso.
Detalles desde la entrada
Mesa con sobre de mármol a la entrada de la galería con un baúl antiguo de concha y dos candelabros en madera dorada.
La fuente
Es de mármol y de la época de la casa. Gracias a ella se puede disfrutan del sonido del agua, tan relajante.
La vegetación
Con las plantas también se ha intentado seguir con la tradición: jazmines, enredaderas, plantas nobles, muy de la época del edificio.
Muebles de campo
Bajo la escalera se encuentra esta mesa despintada, con un cierto aspecto envejecido y dejado. Recrea el aspecto de los muebles de una quinta.
Las piezas de anticuario llenan cada rincón de la casa
Las obras de arte se mezclan con la vegetación
En la escalera
El final de la escalera termina en un pequeño espacio equipado con una consola, un asiento y varios dibujos enmarcados. Se hizo un tipo de barandilla de obra -tipo de la casa española de campo-, con un punto contemporáneo.
La galería
Funciona como entrada de la casa, pero sigue con el aspecto de jardín interior-salón, tan frecuente en el s. XIX. Las proporciones de la habitación son enormes, como en las galerías de entonces. Como iluminación, dos lámparas de bronce dorado americanas de los años 40/50.
Entrada a la galería
Desde la galería se aprecia el enorme farol que ilumina el tramo de la escalera. Es lo más llamativo de ese espacio.
Un grupo de violetas da el contrapunto cromático a la estancia
Cama de campaña
Pertenece a la época napoleónica y es de hierro. Este tipo de muebles transportables son muy raros de encontrar, pues han llegado muy pocos a nuestros días.
Cama de campaña
Detalle del acabado de la cama de campaña napoleónica.
Mapa de España
De la época de Felipe V, sólo hay dos en el mundo. Es una de las piezas más valiosas de la casa.
Sabia mezcla de estilos
Junto a una consola lacada en blanco, un sillón de madera de estilo campestre. Lorenzo Castillo ha pretendido enfatizar aún más el carácter de jardín interior de la galería utilizando muebles blancos y la mezcla blanco y oro –en los marcos de los cuadros– para dar un aspecto fresco.
Un gran espejo preside la galería
La pared final de la galería, antes de entrar en la casa, está presidida por una consola de hierro, francesa años 30, con un gran espejo detrás, de acabado envejecido hecho por Lorenzo Castillo. Para darle aún más carácter de jardín interior hizo unas embocaduras de las ventanas y las puertas en forma de trillaje, de celosía cuadrada.
Un coqueto rincón
Un escritorio ocupa uno de los rincones del comedor.
Detalles del comedor
Sobre una mesa italiana del Piamonte con tapa de alabastro, del s. XVIII, una lámpara persa de estilo art deco y una mayólica italiana del XIX. En la pared, un aplique en forma de gran sol de metal de los años 50.
La iluminación del comedor
La luz ambiental se consigue con unos apliques de alabastro americanos de Nueva York de los años 30. En las paredes, una colección de grabados con marcos negros, platas y dorados.
El comedor
Cuadrado, está pintado en un azul Estocolmo, conseguido a base de mezclas inspiradas en las fachadas suecas de la época de Gustavo III, y mezclado con las carpinterías en laca negra. Los muebles son muy variados, mezcla de piezas de los siglos XX y el XVIII. Lo común es que todo es mueble pintado.
Mesa de comedor
La mesa de comedor es del diseñador Pierre Lotier, años 60, de inspiración china. Se completa con sillas de distintos tipos. En este caso, sillas imperio de 1820. La alfombra es china del s. XIX.
Comedor de diario
Decoración “Lorenzo Castillo” en estado puro, una mezcla de todos los estilos. En la pared, un papel americano clásico mezclado con un gran banco corrido, años 50, tapizado en cuero y con una mesa en metal y espejo diseño de Lorenzo Castillo. Define perfectamente el estilo del decorador.
El arte de mezclar
Guiarse por una intuición estética para lograr una coherencia visual.
La iluminación en el bar
Una impresionante lámpara de araña ilumina la zona del bar.
El salón
Se utiliza más por la noche y los colores así lo muestran. Terciopelos azul marino, la alfombra en varios tonos de azul.
Salón
En él encontramos antigüedades de Alta Época, retratos del s. XVII, muebles de laca chinos. Como siempre, la mezcla: grandes paneles de cuero de las boiseries del s. XIX, con esculturas africanas, con mueble contemporáneo de diseñadores franceses y americanos de los años 40 y 50.
Su seña personal está en cada mezcla donde no faltan nunca las antigüedades
Los tonos oscuros del salón ayudan a crear una atmósfera íntima y acogedora
La decoración se completa con detalles de sus viajes
Detalle de una de las consolas del salón
En la calle Cañizares, 7 -en el corazón del castizo barrio de Lavapiés, en Madrid– se encuentra, tras unas puertas de paso de carruajes, esta auténtica joya. Un palacete del s. XIX que el interiorista Lorenzo Castillo ha acondicionado y convertido en su vivienda y lugar de trabajo.
La casa fue el palacio del Conde de Torrijos y, después, un almacén de disfraces. Cuando Lorenzo Castillo –fascinado por sus techos de 4 metros de alto y salones de 100 m2– lo compró acometió una gran reforma, condicionada por el hecho de que se trataba de un edificio protegido y, por ello, con una gran cantidad de condicionantes a la hora de intervenir. Se respetó totalmente la arquitectura y los espacios existentes. Se recuperaron todos los elementos posibles –la madera original del suelo, la carpintería, las baldosas de mármol...– y se hicieron instalaciones nuevas.
La construcción consta de tres partes: el patio, en la entrada, donde se ha habitilitado un jardín interior; la galería, a la que se accede tras subir una escalera y que es una amplísima zona de paso; y la vivienda, con varios salones y zonas de trabajo. Conoce con nosotros este privilegiado enclave y disfruta del estilo y el buen gusto en grado superlativo.