Por fuera y por dentro, desde cada rincón, esta vivienda mallorquina disfruta de magníficas escenas, como la salida del sol por el mar o el crepúsculo sobre la sierra de Tramuntana. Y todo, gracias a una reforma intachable que se completó con una decoración encantadora.
Las impresionantes cristaleras, con marcos de teca, permiten que el paisaje se cuele por entero en el salón. En este espacio, las notas de color vienen dadas por objetos y muebles como la mesa de centro, de Mestre Paco, o las alfombras, de Rialto Living.
SUEÑO ACUÁTICO
La ubicación de la nueva piscina es inmejorable, con vistas espectaculares. El lateral desbordante provoca una cascada sobre un canal de piedra en el nivel inferior del terreno. Las hamacas de madera y loneta proceden de Mestre Paco.
Una escalera escultural
Su caja ha servido para situar una composición de espejos-sol de ratán, adquiridos en Mestre Paco, que acompaña la subida. Junto al arranque de los peldaños, sillas Bird, de acero y trenzas de ratán, de la firma PLM Design.
Continuidad visual
El salón se comunica, a la derecha, con el hueco de la escalera que conduce a la primera planta y, a la izquierda, con el espacio de la cocina y el comedor. La pareja de mecedoras, los taburetes y la silla de hierro blanco años 60 se encontraron en Mestre Paco.
Un sofá que te atrapa
El modelo Bend-sofá, de Patricia Urquiola para B&B Italia, muy funcional y superconfortable, sintoniza a la perfección con el aire juvenil de la casa. Procede de Mobles Perelló. Le acompañam cojines de colores de Rialto Living. Las butacas de ratán son las Bayan, de PLM Design. Diseño, arte, texturas... y un muro de mampostería para tener presentes las raíces rurales del lugar
Distribución muy ágil
Salón y comedor se unifican en una planta común, favoreciendo el paso de la luz y el movimiento.
Una cocina de corte contemporáneo
De la firma Bulthaup, ha sido diseñada por el arquitecto Jaume March Muntaner y el interiorista Felip Polar. Haciendo referencia a las antiguas cocinas de campo, los armarios altos se sustituyeron por baldas. El menaje es de Rialto Living y la lámpara de techo, de Vidrios Gordiola.
Barra de desayunos
Fantástico el tablero de teca que, adosado a un módulo bajo, crea una encimera para desayunos frente a la cocina. En primer término, loza de Rialto Living y una pieza de mimbre con forma de pera.
Comedor con extra de luz
La claridad realza la escueta lista de muebles del comedor. La mesa de roble blanqueado ha sido realizada por Mestre Paco y las sillas Bird son diseño de PLM Design, la marca de Pilma. En el techo, lámparas en cristal transparente y cuerda de Vidrios Gordiola.
Cama con dosel
Es un diseño con dosel en madera de encina reciclada de Mestre Paco En la pared, junto a ella, el óleo clásico llama la atención. De Mestre Paco son también la mesilla y la lámpara de mesa. La mecedora mallorquina está tapizada con una tela de la firma Larsen.
Buscando orden y simetría
En la planta superior, además de refrescar los espacios con un solado de barro cocido, se diseñaron para las habitaciones librerías a medida, en cuadrícula, y discretos armarios empotrados que añaden orden y actualidad. Bajo la cubierta, un maletero a la vista.
Viajamos hasta Font de Pollença, en la isla de Mallorca, para conocer uno de los últimos proyectos del arquitecto Jaume March Muntaner y el interiorista Felip Polar. En medio de una naturaleza solitaria, encontramos esta vivienda unifamiliar construida hace más de cuarenta años: «Había que aprovechar la privilegiada situación de la casa y, para ello, lo primero que se planteó fue abrir grandes huecos en las fachadas que permitieran disfrutar del exterior», explica Felip Polar. Además, la distribución original era muy compartimentada, lo que interrumpía la circulación de la luz y la profundidad visual. Por ello, en la planta baja se unificaron las zonas comunes para organizar un único espacio que incluye salón, comedor y cocina.
Otro de los grandes aciertos de la reforma fue la elección de los materiales, una escueta lista que sintoniza con la paleta cromática de la naturaleza circundante –grises, ocres y verdes, mayoritariamente–. Así, la planta baja se soló con piedra mallorquina colocada en forma de mosaico combinando piezas de cinco formatos distintos. Este mismo pavimento se prolonga hasta el porche y la piscina. En cambio, el suelo de los dormitorios y baños del piso superior es de baldosas de barro cocido para hacer un guiño a la arquitectura rural mallorquina. También las paredes revocadas en blanco, algunos muros de mampostería y la cálida carpintería de madera de teca potencian la armonía con el entorno, sin duda. Al mismo nivel encontramos la decoración propuesta –algunos de los muebles son diseños ex profeso de Mestre Paco–, en la que triunfa un estilo ecléctico de notas contemporáneas y golpes de color.
IDEAS DEL PROYECTO: Jaume Marc (jaumemarch.com) y Felip Polar (felippolar.com) Un espacio común y continuo. Para actualizar y dar dinamismo a la vivienda, se creó una distribución muy fluida, instalando apeos y sujeciones con estructura metálica sobre los viejos muros de carga. Esto permitió eliminar tabiques y abrir grandes vanos de paso. La situación sí que importa. Dadas las espectaculares vistas, las pequeñas ventanas originales se sustituyeron por grandes cristaleras, fijas o correderas, para que al circular por el interior se disfrute de los diferentes horizontes.