La rapidez con la que se instaló y su buena integración en el entorno del embalse de Entrepeñas, en Guadalajara, son dos puntos clave de esta vivienda prefabricada. ¿Otro elemento a favor? Los ambientes ideados por la interiorista Icíar Basagoiti. ¡Perfectos!
En primer término, corales de Anmoder y flores secas de Fransen et Lafite. Las lámparas proceden de El Transformista. El grabado es obra de Alexandre Arrechea, en Galería Casado Santapau.
Una combinación de ambientes en el salón
La pareja de sofás, diseñados por Icíar Basagoiti, marcan el área de estar y de comedor, ayudados por dos grandes alfombras de The Rug Company.
A la derecha, la mesa auxiliar, con escultura de Guillermo Basagoiti, se rodea de un par de mecedoras de El Ocho y lámparas de pie de Serge Mouille procedentes de L.A. Studio.
La alfombra de pelo es de Fransen et Lafite. El mueble-bar se ha improvisado en dos mesitas de bambú, de Anmoder, con utensilios de El Ocho.
Mirando al pantano
Las mesas de centro, con tapa de roble, son un diseño de la interiorista realizado a medida. En el sofá, cojines de Tailak y manta de Nobilis. Junto a la cristalera, una de las sillas de la serie Plastic de los Eames, editada por Vitra.
Un espacio muy natural
El ventanal actúa como un magnífico cuadro paisajístico en la zona de comedor, equipada con una mesa de hierro negra de Becara. Como asientos junto al sofá, sillas Tulip, de Knoll, y unos pufs de Anmoder.
Cocina abierta y muy luminosa
Se ha equipado de forma sencilla y efectiva.Un gran módulo, con encimera de Corian y puertas negras con acabado seda, instalado por Berinni, acoge todas las funciones y se prolonga en una barra. Sillas Panton, de Vitra.
Patio de entrada
Une los dos cuerpos que forman la vivienda. Una pasarela de tarima sintética de Terrawood, instalada por Pisando Madera, conduce hasta el acceso a la casa, cuyo frente fue revestido por Madroño con madera de iroco. La escultura procede de Anmoder.
Dormitorio de invitados
En un potente juego cromático blanco-verde. Las dos camas, unidas, están vestidas con una manta adquirida en Làpety y cojines de Trend my Home.
Las fotografías son de Anmoder, como la lámpara de pie y el espejo. Al lado de este, una escultura de El Ocho. La silla balancín, de los Eames, la edita Vitra.
Elementos de contraste
La alfombra de oveja, de Fransen et Lafite, la banqueta tapizada, de Trend my Home, y la toalla de hilo, de Làpety, aportan calidez al cemento y el hormigón de los revestimientos, y suavizan el mueble de madera de cebrano, procedente de Azulejos Peña. Los corales son de Anmoder. Entre los lavabos, cuadro de Livia Bustillo.
Un colorido dormitorio principal
La alfombra, de The Rug Company y adquirida en BSB, pone el contrapunto al tono del suelo y de papel de rafia, de Designers Guild, y resalta los taburetes rojos de cerámica, de Anmoder, de donde procede asimismo la fotografía.
Sobre la cama, rulo de Trend my Home –aquí se compró también la lámpara–, manta, de Nobilis, y un llamativo cojín, de Federica & Co.
Visitas al cubo
Uno de los volúmenes cúbicos que forman la vivienda se prolonga hacia la piscina creando un voladizo que acoge el porche. Asientos de Ikea y unos grandes pufs blancos de Dvelas, hechos con velas de barco, componen el mobiliario.
La fachada sur
Una escalera de piedra salva el desnivel del terreno, que se ha procurado alterar lo menos posible.
Sinfonía en verde y azul
El cuidado jardín y la piscina, en la que flota una tumbona de Dvelas, se funden con la lámina de agua del embalse.
Había que hacerlo rápido y bien. Los propietarios de esta vivienda junto al embalse de Entrepeñas, en Guadalajara, contaban con la parcela y querían disponer lo antes posible de una vivienda de vacaciones que se integrara en el terreno sin tener que talar ninguno de los árboles existentes. Sólo era necesario derribar una pequeña construcción. La solución vino a través de una vivienda modular de la empresa Innohouse: un moderno diseño en hormigón, lejos de las tradicionales casas prefabricadas de madera, que fascinó a los dueños.
Sin embargo, se realizaron algunas modificaciones en el modelo original: una construcción formada por dos cubos que se unen a través de un patio central. El impresionante paisaje con vistas al pantano exigía darle el mayor protagonismo, por lo que se abrieron nuevos huecos en las paredes. La distribución interna también sufrió cambios. La arquitecta de interiores Icíar Basagoiti planteó una organización más acorde con las necesidades familiares. En uno de los volúmenes situó el salón, donde se instaló una gran cristalera que le otorga doble altura y ofrece una panorámica inigualable. El resto de estancias –la cocina, los cuatro dormitorios y los baños– se distribuyeron en el otro cuerpo, que sufrió, por tanto, una mayor compartimentación de la que presentaba originalmente.
En cuatro semanas la casa estaba levantada. Quedaba entonces por acometer el trabajo de decoración. Icíar Basagoiti combinó, en el rotundo continente de paredes estucadas con cemento y suelos de hormigón, piezas de mobiliario diseñado a medida y elementos vintage, que aportan una extraordinaria dosis de calidez y estilo. El conjunto se aviva con pequeños detalles –almohadones, mantas, corales– que despiden fogonazos de color y también, y muy especialmente, con los cambiantes tonos de la naturaleza. En definitiva, un deleite para la mirada: dentro y fuera.
Dos volúmenes diferenciados. Al plantear la distribución, cada cuerpo de la casa tomó un matiz distinto: uno más lúdico, con un gran salón a doble altura abierto al disfrute del paisaje; el otro más práctico, con las habitaciones y baños bien delimitados.
Cálido estilo industrial. En sintonía con la arquitectura de hormigón, las paredes muestran un estucado de cemento y cal realizado por Tierra y Pigmento. Un conjunto que caldean los textiles, con cortinas y tapizados de Elite Decor, grandes alfombras y vistosos cojines.